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Gestión de destinos turísticos: desafío para el desarrollo sostenible

Por: Dra. Shirley Rodríguez Chamorro
Docente de la Escuela de Administración en Turismo y Hotelería
Campus Piura
Junio 19 de 2024
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El turismo se ha consolidado como uno de los sectores económicos más relevantes a nivel global, y el Perú no es una excepción. Según datos del Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), en 2023, el turismo representó el 3.9 % del Producto Bruto Interno (PBI) nacional, generando alrededor de 1.4 millones de empleos directos e indirectos. Sin embargo, para aprovechar al máximo el potencial turístico del país, es fundamental implementar una gestión eficiente y sostenible de los destinos turísticos.

La gestión de destinos turísticos implica la planificación, organización, dirección y control de los recursos y actividades turísticas en un territorio determinado, con el objetivo de maximizar los beneficios económicos, sociales y ambientales para todos los actores involucrados. En el Perú, esta labor recae principalmente en las autoridades regionales y locales, en coordinación con el Mincetur y el sector privado. No obstante, existen diversos desafíos que deben ser abordados para lograr una gestión exitosa.

Uno de los principales desafíos que enfrenta la gestión turística en el Perú es la falta de infraestructura y servicios básicos en muchos destinos. Según un informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), en 2023 solo el 62 % de los establecimientos de hospedaje a nivel nacional contaban con acceso a agua potable y alcantarillado. Esta situación no solo afecta la calidad de la experiencia turística, sino que también genera impactos negativos en el medio ambiente y la calidad de vida de las comunidades receptoras.

Un aspecto crucial es la capacitación y profesionalización del capital humano. De acuerdo con el Mincetur, en 2023, solo el 35 % de los trabajadores del sector turístico contaban con estudios técnicos o universitarios relacionados con la actividad. La falta de personal calificado dificulta la prestación de servicios de calidad y la implementación de buenas prácticas de sostenibilidad.

Otro reto importante es la necesidad de diversificar la oferta turística y promover destinos emergentes. Según datos de Promperú, en 2023, el 75 % de los turistas internacionales que visitaron el Perú se concentraron en tres regiones: Lima, Cusco y Arequipa. Si bien es cierto, estos destinos son emblemáticos y cuentan con una gran riqueza cultural y natural, es necesario impulsar el desarrollo de nuevos productos y circuitos turísticos que permitan descentralizar los flujos de visitantes y generar oportunidades para otras regiones del país.

Asimismo, la gestión turística debe enfocarse en promover la sostenibilidad y la inclusión social. Según un estudio realizado por el Mincetur en 2023, solo el 28 % de los emprendimientos turísticos en el Perú estuvieron liderados por mujeres, y apenas el 15 % de los ingresos generados por el turismo se quedaban en las comunidades locales. Es fundamental desarrollar políticas y estrategias que fomenten la participación equitativa de todos los actores en la cadena de valor del turismo, así como la conservación y valoración del patrimonio natural y cultural.

Para hacer frente a estos desafíos, es necesario fortalecer la articulación y cooperación entre el sector público, privado y la sociedad civil. Según una encuesta realizada por la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), en 2023, el 72 % de las empresas turísticas consideraban que la coordinación con las autoridades locales y regionales era deficiente o regular. Para lograr una gestión más eficiente y sostenible, las tareas pendientes son mejorar los mecanismos de diálogo y concertación e implementar planes de desarrollo turístico consensuados y de largo plazo.

En conclusión, la gestión de destinos turísticos en el Perú enfrenta importantes desafíos para lograr un desarrollo sostenible y equitativo. Para aprovechar el enorme potencial del turismo como motor de desarrollo económico y social, las tareas prioritarias son mejorar la infraestructura y servicios básicos, capacitar y profesionalizar el capital humano, diversificar la oferta turística, promover la sostenibilidad e inclusión social, y fortalecer la articulación entre los actores clave.

El Perú cuenta con una riqueza natural y cultural extraordinaria, y con un capital humano creativo y emprendedor. Una gestión turística eficiente, estratégica y sostenible puede contribuir significativamente a la generación de empleo, la reducción de la pobreza y la conservación del patrimonio. Para ello, se requiere un compromiso decidido y una visión a largo plazo por parte de todos los actores involucrados. Solo así será posible construir un turismo más competitivo, inclusivo y resiliente, que beneficie a las comunidades locales y preserve los recursos para las generaciones futuras.

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