La credibilidad del testimonio viene a ser la valoración como experto que realiza un perito sobre la argumentación de un entrevistado en función a un tema de investigación. Dicha credibilidad debe ser entendida como la posibilidad de valorar un relato como probablemente creíble o probablemente increíble (cargado de indicadores de mentira). Para llegar a esta conclusión, el especialista, que generalmente está orientado al análisis del comportamiento humano, idealmente podría ser un psicólogo o un psiquiatra que haya profundizado en el asunto en cuestión (como especialista) y que su trayectoria demuestre praxis, es decir, intervención en la valoración de la credibilidad del testimonio.
Para obtener una valoración de credibilidad necesitamos ciertos atributos indispensables en un testimonio, por ejemplo: espontaneidad, que se refiere a la deliberación voluntaria, donde el testimonio se manifiesta cargado de voluntariedad. En ese sentido, el entrevistado decide por sí mismo y se expresa libre de persuasión o coacción de algún tipo.
Otra característica que un relato requiere para ser valorado con credibilidad es la literalidad, es decir, la cualidad de ser descriptivo y que dicho relato se ajuste detalladamente a los hechos suscitados en la realidad. Además, el relato debe poseer una narrativa descriptiva, detallada, minuciosa y cargada de elementos explicativos de acuerdo a la línea temporal en que sucedieron los hechos investigados. Así como estos atributos elevan la credibilidad del testimonio para el juicio del experto, existen elementos que menguan la misma, por ejemplo: la inclusión o inserción de juicios de valor, incontinencia emocional durante la narración o el uso de adjetivos personales. Estas variables “ensucian” la credibilidad del testimonio.
De esta manera, podemos concluir que la credibilidad del testimonio, en escenarios jurídicos y forenses, requiere de una dinámica recíproca donde el entrevistado brinda un testimonio con carácter descriptivo (literalidad). Por su parte, el perito analizará la congruencia de la comunicación completa (verbal y fisiológica) para decidir si el relato es creíble o no.
Finalmente, es importante informar que existen criterios que un experto debe reunir. Primero, debe estar capacitado mediante la especialización con actualizaciones cada cinco años aproximadamente; segundo, debe divulgar científicamente su pericia, a través de artículos, congresos acreditados o publicaciones científicas; y, por último, debe trabajar con la variable de la cual es experto.