Cuando leemos o escuchamos diversas opiniones sobre las decisiones económicas que toman empresas o gobiernos, nos damos cuenta de que son muy variadas y hasta opuestas; esto puede llevar a confundirnos sobre cuál podría ser la mejor. Para aclarar esto, debemos utilizar la ciencia económica, que como ciencia social -sabemos- no es exacta, pero al tener como objetivo el brindar una mejor calidad de vida a la sociedad, nos da un fundamento.
Es justamente ese fundamento con el cual podemos evaluar las decisiones económicas, y si, además, consideramos a la Economía como la ciencia que estudia el comportamiento humano ante el uso de los medios escasos para satisfacer las necesidades humanas y, precisamente por ello, divide a la sociedad en agentes económicos: familias, empresas y Estado (que son entidades que toman decisiones en el mercado), entonces podemos ilustrarlo de la siguiente manera:
En las familias, el padre o la madre son quienes administran las finanzas, es decir, toman las decisiones sobre el uso más adecuado de los ingresos del hogar, y cuando decimos más adecuado, nos referimos a una distribución equitativa del dinero, sean escasos o abundantes. No se cumpliría esto, por ejemplo, si un padre gastaría sus ingresos en joyería o diversión, sin priorizar la salud o educación de sus hijos.
Otro agente económico son las empresas, en las que sus propietarios toman las decisiones económicas, que si bien es cierto buscan como finalidad las utilidades, deben también distribuir equitativamente las mismas entre sus colaboradores. Es así que, cuando la empresa no obtiene los beneficios esperados, los jefes piden “identificación” para que los empleados puedan dar un esfuerzo extra; por lo tanto, de manera recíproca debe brindarlos cuando los obtiene.
El Estado es otro agente económico y como organización política está constituida por instituciones burocráticas dirigidas por personas a las que denominamos “gobierno”, el cual se tendría que encargar de tomar decisiones para el bienestar de la sociedad. De esta manera, la ciudadanía aprueba cuando se incrementa el PBI, porque beneficia a todos y desaprueba la corrupción, que solo beneficia a unos pocos y perjudica a la sociedad.
Como podemos notar, la Economía analiza las decisiones de los agentes económicos y con este propósito se divide en microeconomía, cuando estudia a las familias y empresas, y en macroeconomía, cuando lo hace con el Estado. Todo lo antes expuesto nos debe llevar a evaluar los diversos aspectos de nuestra vida y reflexionar con la frase: “El comportamiento de una economía refleja el comportamiento de sus individuos”.